sábado, 7 de enero de 2017

Sea pues el presente

Once meses después de la última, hasta fecha de hoy, entrada en este pequeño blog personal dan tiempo para muchas cosas. Citarlas todas sería un absurdo intento de compensar en cierto modo la falta de actividad «registrada» por aquí, a la vez que acarrearía la necesidad de establecer una serie de criterios para dejar claro qué contar: ¿lo que ha sucedido o lo que no ha sucedido? Y en cualquiera de los dos casos… ¿lo que sucedió o no sucedió porque se propuso y se planificó o porque llegó de modo inesperado o imprevisto? Es más, ¿lo que está relacionado con la segunda novela que tanto se atasca y enreda y complica o con lo que es la vida en general?
Resulta gracioso que en verdad esa última pregunta no tiene ningún sentido como tal, ya que como intento de escritor frustrado que soy sé perfectamente que todo lo que sucede en ese pergeño de novela no es más que un reflejo de la vida propia del escritor sin llegar a ser una biografía.
En cualquier caso sirva esta vuelta a la actividad de modo público como un compromiso por mi parte para poder finalizar aquello que deseo.