viernes, 14 de febrero de 2014

Dedicatorias

Resulta curioso que una de las cosas que pueden convencer a un lector para lanzarse sobre un libro sea la dedicatoria que el autor haya escrito en él. Cualquier editor te dirá que la portada, al ser el elemento más visual, será lo que mayor poder de atracción tenga. Otros te dirán que la sinopsis de la contraportada será lo que anime al potencial lector a sumergirse en el libro o no. Yo, personalmente, estoy más de acuerdo con este segundo enfoque, pero creo que la dedicatoria tiene muchísima más importancia que la que se le da habitualmente.
En mi caso, más que una incitación o provocación capaz de echar hacia atrás a más de una persona —interpretación que me dieron—, en verdad es un homenaje real y, sobre todo, sincero.

Si aún no has leído la dedicatoria échale un vistazo a esta foto:


El problema, o dilema, que veo yo que se le podría plantear al autor con el tiempo es el siguiente: si las situaciones y circunstancias cambiaran y escribiera el mismo libro ahora y no en el momento que lo hizo... ¿pondría la misma dedicatoria?

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